EL
ENIGMA DE URANO
Luis Camilo Dorado Ramírez
Me atrevo a decir que la cultura
Griega, fue la más insistente en desentrañar los misterios del universo, pues
no solo desde su mitología, sino también desde la filosofía, busco explicación
para el origen del cosmos, y las causas eternas, incluso, todas las fuentes
históricas coinciden en su descripción de Grecia como centro y origen del
pensamiento filosófico, siendo Tales de Mileto, el primer filosofo de la
historia en el siglo IV a.c y Homero el más reconocido expositor de la religión
Helena, siendo sus principales obras la Ilíada y la odisea.
Esta
exposición temporal como lo dice su nombre que pudiera parecer pretensioso,
para algunos visitantes: “Dioses, mitos y religión de la antigua Grecia”,
presenta no solo la colección de cerámica griega del museo de Louvre, sino que
reconstruye a través de sus últimos vestigios, toda la mitología y rituales
propios del pueblo helénico; mi intensión a través de este breve ensayo es
explorar muy brevemente la figura mitológica de Urano y la relación del hombre
Griego con la vida después de la muerte.
El salón expositivo está repleto
de las míticas cerámicas en todas las formas y estilos y por legendarias tallas
en mármol. Cada pieza está dispuesta en urnas de vidrio sobre módulos blancos,
algunas obras están a los costados, todas ellas representando escenas de su
mitología o de ceremonias populares; es difícil interrelacionar una con otra, o
apreciar con precisión las historias allí retratadas, por lo que se hacía
necesaria toda la documentación alrededor de las obras que en principio me pareció
exagerada.
Lo primero que está a la vista,
es el árbol genealógico del olimpo, donde
se aprecian los retratos de todos los dioses a excepción de Urano, lo que lo
convierte en el motivo de mi indagación.
Hesíodo (poeta griego
contemporáneo de homero) trata de dar
origen a los dioses del olimpo, por medio de la Teogonía, una obra poética
donde relata el origen de toda deidad a partir del caos, en ella Urano, es hijo
y a la vez esposo de Era, (quien personifica la tierra), siendo el segundo de
los dioses en aparecer desde la mitología, y del cual surgen titanes y los
demás dioses, por otro lado, la mayoría de los griegos consideran a Urano como
el dios primordial, el dios padre, que surgió al mismo tiempo que Era del caos;
sea como fuere en realidad, ocupa un
lugar predilecto entre los demás dioses mitológicos, por lo que no comprendo el
hecho de que no haya sido representado como los demás.
Buscando en las obras cumbres de
la literatura griega, la Ilíada y la Odisea, apenas se hace mención de él en la
odisea, cuando homero quiere referirse a los hijos de este, pero no hay un
verso dentro de su poesía donde se le mencione directamente. Lo que me dejo aún
más perplejo, pues no había una sola cerámica que lo representase.
El único retrato que logre
encontrar fue “la castración de Urano” un fresco de Giorgio Vasari y Cristofano Gherardi realizado en Florencia
para 1560; en este cuadro era representada una escena descrita por Hesíodo en
la teogonía, donde el gobernante del universo es castrado por su hijo Cronos,
bajo las ordenes de Era, aunque como lo mencionaba anteriormente esta parte del
relato entra en contradicción con la creencia de los griegos en general, pues
consideraban a Urano como el gobernante del universo, lo que me lleva a pensar
que esa era una de las razones que los llevo a excluirlo de su iconografía, o
de representarlo claramente como los demás dioses; lo griegos, aceptaban el
relato de Hesíodo en parte, pues aunque afirmaban que así como Era, personificaba
la tierra, él representaba el cielo, ellos le atribuían la propiedad de gobernar el universo, y no parecían hacer
caso a las afirmaciones de Hesíodo donde afirmaba que había sido hijo de Era,
por lo que creo que era una de las razones por la cuales no era personificado.
Pienso que otra razón podría ser
el desconocimiento de tal divinidad o la inconformidad de que esta sufriera la
castración por parte de uno de sus hijos, que de haber sido aceptada por los
ceramistas de entonces, sería una escena imprescindible.
Urano, personificando en
principio el cielo, pasaría a representar el olimpo mismo, y me atrevo a
conjeturar de forma apresurada que al personificar el olimpo, personifica, lo
invisible,” la causa última”, la eternidad, el más haya, la libertad; algo que
no vi claramente representado en las vasijas, donde estaban presentes los ritos
funerarios, las procesiones, y las despedidas, pero no la ascensión de las
almas, o la existencia humana más allá del plano terrenal, solo habían algunas
referencias en una ánfora donde se representaba el infierno.
Una justificación para mí
apresurada conclusión podrían encontrarse en el discurso del apóstol Pablo a
los griegos, donde este predicador, se apoya en los santuarios de los griegos
que se deduce, están asignados a cada una de sus deidades y habla del dios no conocido en el capítulo 17
del libro hechos de los apóstoles, del cual añado a continuación algunos
fragmentos que creo pertinentes:
“16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu
se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. …Y algunos filósofos de
los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá
decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses;
porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.
Y tomándole,
le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza
de que hablas?, pues traes a nuestros oídos cosas extrañas.
Queremos, pues, saber qué quiere decir esto. (Porque todos los atenienses y los
extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir
o en oír algo nuevo.)
Entonces
Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo
observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios,
hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO.
Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.
El Dios que
hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la
tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos
de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y
aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los
hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el
orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios,
si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está
lejos de cada uno de nosotros, porque en él vivimos, y nos movemos, y somos;
como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo
somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea
semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de
hombres. …Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se
burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez. Y así Pablo
salió de en medio de ellos. Mas algunos creyeron, juntándose con él.”
A continuación, dos escenas
funerarias:
Prothesis de Aquiles
Corinto (Grecia), hacia 575-500
a.C
Aquí un guerrero muerto está tendido en una
cama y diez mujeres se lamentan
alrededor de el, algunas mesan sus cabellos y otras traen ofrendas, el muerto,
según las inscripciones en la hidra, se trata de Aquiles, héroe de la guerra de
Troya.
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